La Comuna
Los intensos y definitorios días del PRI tamaulipeco
José Ángel Solorio Martínez
El ex dirigente del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Oscar Luebbert Gutiérrez, expuso en Reynosa, Tamaulipas, su postura sobre la posible coalición de su partido con el PAN. A contrapelo de varios militantes de alto relieve del tricolor, el reynosense, externó un serio extrañamiento a los actores que promueven convivir electoralmente con el azul en la disputa por la gubernatura.
En otras palabras: hay tiro al interior de la militancia priista tamaulipeca.
Respetuoso, moderado, el ex líder del CDE, cuestionó a sus compañeros que intentan convencer a las mayorías priistas de que es saludable y factible una alianza con un panismo que trató al PRI con desprecio y con soslayos aparte de amagarlos con el Código Penal.
Luebbert, es uno de los priistas que más poder de convocatoria tiene en la frontera norte. En su feudo, Reynosa, son memorables las batallas politico-electorales que desplegó contra el actual gobernador -el también reynosense- Francisco García Cabeza de Vaca.
De hecho, en la ciudad, se da por sabido que en Reynosa, FGCV, nunca ha ganado una contienda a Oscar o a miembros de su grupo.
El ganancioso en este debate -por el momento en declaraciones a la Prensa- es el dirigente Edgar Melhem Salinas, quien en los recientes días, los pro aliancistas -Tino Sáenz, Alejandro Guevara, Roberto González Barba, y dirigentes de los sectores- han subido de tono con sus comentarios que censuran su liderazgo.
La expresión de Luebbert, en el escenario interno del PRI, viene a proporcionar un desahogo para un dirigente del CDE y un oxigenante apuntalamiento para su liderazgo.
Lo evidente: cada día, se configuran los dos PRIs tamaulipecos: los pro-aliancistas, y los anti-aliancistas.
¿Cuál postura predominará?
Evidentemente: la que defina el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) tricolor.
¿Cómo afectará la correlación de fuerzas en escenario estatal esa estrategia?
La decisión nacional de ir en coalición con el PAN, poco cambiará el paisaje competitivo estatal. El PRI, representa una minoría muy marcada en la sociedad regional; y aparte: la polarización entre pro-aliancistas y anti-aliancistas, persistirá incluso después de la elección del gobernador.
El PRI de Tamaulipas, está viviendo intensos y definitorios días.
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