La Comuna
¿Y las mujeres en la pelea por la gubernatura?
José Ángel Solorio Martínez
¿Por qué y cómo los escenarios regionales devoraron a las mujeres?
¿Qué explica, la ausencia de damas en la estructura partidista tamaulipeca?
Las féminas, resultaron igual o peor que los varones en asuntos de la administración pública. Aquí, se aplicaron por la equidad de género. Magdalena Peraza, como alcaldesa de Tampico; Leticia Salazar en Matamoros; Maky Ortiz como jefa edilicia del Ayuntamiento de Reynosa, Mónica García como alcaldesa de Nuevo Laredo; Pilar Gómez en ciudad Victoria, gobernaron peor que los de su sexo opuesto: fueron un desastre en el manejo de los presupuestos y exhibieron una ética más fétida que personajes como Xicoténcatl González, Betico Valdez Richaud, Tomás Yarrington y otros de menor calado en cuanto a rapacerías.
Una política prometedora, Letty Salazar, se dejó superar por la vorágine de sentimientos que le hicieron perder la cabeza al involucrarse con su peor problema y dolor de cabeza: Luis Biasi. Hoy mismo, tuvo que dar su brazo a torcer -humillantemente fue reingresada al PAN, luego de haber sido sobajada por el poder azul- a cambio de mejores tratos judiciales para él y su pareja Biasi.
En parte, esa actitud, enseña el por qué no creció y por qué ella misma empequeñeció un proyecto que pudo haber dado para más.
Salazar, pudo pero no quiso.
Magdalena Peraza, vivió amores locales que le impidieron moverse fuera del puerto. Fue un cuadro político femenil vigoroso y competitivo. Igual que Letty, optó por enriquecer a las personas cercanas a sus afectos. Las hizo millonarias. Ensimismada en esos felices y dulces momentos, olvidó al partido que tanto le dió: el PRI. Se fue al PAN, y ahí se transformó en un factor menor.
Luego coqueteó con MORENA.
Hoy, es un guiñapo, cuya realización es la promoción de su pareja en la política azul del puerto.
Mónica García, ensanchó su influencia política en Nuevo Laredo, bajo el impulso de Manuel Cavazos Lerma. Gobernó como lo ha hecho el PRI durante más de 70 años. Sin MCL, se fue al sótano del PRI. Después del gobernador matamorense, Mónica, logró algunos cargos modestos en el CDE de su partido; nunca regresaría a cargos relevantes, ni en su partido ni en los gobiernos municipal o estatal.
De Maky, se ha hablado mucho. Su desmedida ambición, la encapsuló y le ha hecho andar de traición en traición. Su labor frente al Ayuntamiento, es todo un estuche de raterías. Su hijo tiene cuentas millonarias -en dólares- y su esposo -un viejo lenón local- se convirtió de humilde rentero en un ciudadano multimillonario.
Doña Pilar en ciudad Victoria, hizo lo que nadie pensó: superó a Xico en pillerías e ineficiencias.
¿Ahora se entiende, por qué no hay precandidatas serias a la gubernatura de Tamaulipas?
Siguenos en las Redes Sociales...