El Fogón
Las coaliciones del 2022
José Ángel Solorio Martínez
No es tan complicado, visualizar el escenario sobre el cual se moverá la política de alianzas y coaliciones partidistas en el Tamaulipas-2022. Poniendo el sentido común y las estrategias de las organizaciones políticas, se pueden aventurar varios acomodos:
1.- Una coalición formada por MORENA, el PRI, PT y el Verde, contra una alianza del PAN, PRD y algún otro de la chiquillada. Estas fórmulas, se infieren de una expectativa incuestionable a estas alturas –a espera de que empeoren para sus adversarios–: el lopezobradorismo se llevará la gubernatura.
Ese cada día mas inobjetable resultado, arrincona al PRI. El 2022, sólo se diputará la gubernatura. No entran en la disputa diputaciones locales, ni alcaldías.
Es decir: no hay nada que negociar –repartir, dirán los más insensatos–; sólo cargos en la administración estatal.
Más claro: ¿qué caso tiene negociar por mucho, con quien tiene nada por ganar?
Lo prudente, lo políticamente inteligente, es acordar con quien va a triunfar bajo el ordenamiento que es mejor ganar poco, que perder todo.
En síntesis: para el tricolor ir con la coalición azul, podría ser una ilusión. Le pueden ofrecer, cinco, o diez, o quince Secretarías…
…posiciones totalmente fantasmagóricas.
Otro elemento, marginal si se quiere, pero ingrediente de esa motivación tricolor son las participaciones partidistas. Los emolumentos de Partido, fluyen de manera más libre cuando se está cerca del Ejecutivo estatal.
Ese pacto, potenciaría las posibilidades de MORENA, al tiempo de apuntalar a un PRI que todavía trae capital –menguado y todo, pero valioso en estos tiempos de alta y cerrada competencia electoral–.
La presión interna de la militancia institucional, sería uno de los ingredientes más relevantes para concretar esa necesaria coalición para el tricolor con MORENA. Una razón explica, esa coyuntura: el priismo tamaulipeco, como pocos, sufrió el asedio del panismo en todas las esferas de la vida social: mal gobierno, soberbia oficial, violencia y desatención a la mayoría de los grupos sociales.
De otra forma: de abortar el proyecto de la alianza MORENA-PRI, grupos muy importantes de priistas se escurrirían hacia el lopezobradorismo. Y estaríamos ante el hundimiento, de un tricolor enfrentando una derrota inminente y confrontando a un gobierno de la IV T, con pocas coincidencias.
2.-La coalición que encabezará el PAN, tendrá escasos aliados y pocos espacios para la negociación. Tiene como actor seguro de ese frente al PRD; su animadversión con la IV T, es tanta y tan profunda, que primero muerto que aliado con MORENA. Es decir: por razones más que ideológicas, el PRD, nunca iría en proyecto alguno que tenga tintes lopezobradoristas; con todo y que éstos, puedan ser de beneficio para el pueblo.
El PRI, con todo y que orgánicamente iría con el candidato morenista, algunos sectores, que llegaron a acuerdos muy sustanciales con la administración estatal, podrían sumarse al pacto azul.
3.- El Partido Convergencia, iría solo. (Al igual que alguno que otro independiente, que seguirán la tradición de sus antecesores que resultaron fiascos). Sin posibilidades, será un aporte testimonial su participación en la contienda del 2022.
Los primeros escarceos, acercamientos, entre MORENA y el PRI, los veremos en el Congreso del Estado en unas semanas. La conducta de los legisladores priistas, serán una muestra evidente de qué lado mascará la iguana en la pelea por la gubernatura de Tamaulipas.
Por una razón fundamental: mostrarían a la opinión pública, su actitud autocrítica, para superar las conductas –dos gobernadores priistas encarcelados y otros impresentables– del pasado que tanto les ha costado y mucho les ha manchado.
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